La calle comercial por excelencia, incluso de mayor importancia en épocas pasadas que la calle Ancha, es la calle de la Rúa.
Es una calle, larga, estrecha y llena de establecimientos de lo más variado, en la que podemos encontrar comercios modernos y otros, los más clásicos, los que llamamos de toda la vida.
Está totalmente peatonalizada, y al igual que dijimos de la calle Caño Badillo (frontera norte), es la frontera sur del Barrio Húmedo y del casco antiguo con la zona más moderna de la ciudad.
Dada la proximidad de sitios oficiales como la Diputación, anteriormente el Ayuntamiento y la zona de bancos y oficinas, es una calle de ambiente matinal, aunque no hay que olvidarse del ambiente durante todo el día en su horario comercial.