Durante las obras de rehabilitación del entorno de la catedral en 1997 se realizaron excavaciones arqueológicas donde se ubicaba la Puerta del Obispo, (enfrente del Palacio Episcopal) lo que dio lugar a la aparición de los basamentos de una puerta romana, otros de época posterior y parte de las termas romanas. Estos hallazgos se conservan en una cripta visitable bajo la plaza de la catedral.