Auténtica joya del Plateresco español, comenzó a construirse en el siglo XVI como casa central de la Orden de Caballería de Santiago para el Reino de León. Desde entonces ha sido convento, cárcel (aquí estuvo preso el escritor del Siglo de Oro, Francisco de Quevedo), instituto, cuartel e incluso terrible campo de concentración durante la Guerra Civil y la postguerra.
Hoy es Parador de Turismo y está cerrado por reformas hasta posiblemente el 2020.